LA RETROALIMENTACIÓN EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA: como método eficaz en el proceso de aprendizaje
Autora: Eva Maria Romero Japay
Los estudiantes están sometidos a una evaluación constante, esto como demostrativo de su aprendizaje, de cuanto han recordado, inferido, razonado, interpretado de un tema en específico o varios, según se les establezca. Estas evaluaciones tienen como retribución la nota, un número, que es indicativo de que tan bien han aprendido. Una nota desaprobatoria es signo de error, falla, deficiencia y en la mayoría de los casos viene acompañado de un sentimiento de culpa, por no haber estudiado lo necesario; de miedo, por la desaprobación del curso y por las repercusiones que ello trae, como es el atraso en la culminación de sus estudios; de vergüenza, al ver que sus compañeros si han logrado resultados satisfactorios y ellos quedarían relegados a ser categorizados como “tontos”.
Por otro lado, una nota aprobatoria denotaría que el estudiante ha logrado alcanzar los objetivos planteados, ha recordado, inferido, interpretado y razonado correctamente, lo cual supondría un verdadero aprendizaje. Con esto el estudiante experimentaría sentimientos contrarios al estudiante que desaprobó, como serian, alegría, orgullo, satisfacción, confianza en sí mismo y motivación a seguir estudiando del mismo modo, ya que ha visto que de esa manera obtiene resultados satisfactorios.
Para poder evaluar sin dejar de lado ningún criterio, los evaluadores emplean un instrumento, la rúbrica. Esta herramienta contiene los aspectos necesarios a tomar en cuenta al momento de calificar. La rúbrica sirve como una gran guía para los evaluadores, pero también es cierto que lo es para los alumnos. Actualmente la rúbrica es compartido con los alumnos, para que estos puedan conocer cuáles son los aspectos a evaluar en cada una de sus presentaciones y así dirijan su trabajo hacia alcanzar dichos objetivos (1).
Ya se viene implementando en algunos cursos la autoevaluación, esto quiere decir que, son los propios alumnos quienes bajo guía, emiten una calificación hacia sí mismos, fundamentándose en el logro o no de los criterios contemplados en la rúbrica facilitada por su docente. Este ejercicio busca generar conciencia sobre lo que se está realizando, sobre los trabajos que se presentan, logrando así una reflexión en cada alumno sobre los aspectos a tomar en cuenta en un próximo trabajo. Les ayuda a ser críticos consigo mismos y buscar la excelencia en cada proceso evaluativo.
Se ha visto que la manera de evaluar determina la forma en cómo se estudia. Si en un examen se hacen preguntas sobre datos específicos, cifras, nombres de personajes, fechas de eventos; vamos a notar que los estudiantes van a enfocarse en ello, en un estudio memorístico, van a centrarse en hallar “datos importantes” en vez de razonar y comprender a profundidad el tema que se busca sea aprendido. En cambio, si se les hace preguntas o se les solicita trabajos que los inviten a la inferencia, pues justamente se va a lograr ello, que los alumnos comprendan el tema a profundidad y razonen (1).
Ya hemos visto que las evaluaciones son importantes en todo proceso de aprendizaje, más concretamente para conocer cómo es que se está avanzando y cuanto es lo que se ha aprendido. La retroalimentación es un complemento evaluativo que va más allá de solo brindar una nota como devolución, sino que también hace un comentario particular para cada estudiante, en donde se le menciona lo correcto o bueno que ha realizado ,como también donde debe reforzar aún (1).
Se dice que, la evaluación se convierte en formativa, cuando es acompañada de la retroalimentación. Y esto se refleja en la percepción que tienen los estudiantes sobre esta. Entre lo que mencionan es que sienten que realmente los evaluadores o docentes leen detenidamente su trabajo presentado, sienten que realmente se toman la dedicación y el tiempo para hacerles mención de los puntos a mejorar, permitiéndoles identificarlos con facilidad. También mencionan que los motivan a seguir mejorando, ya que no solo se les comenta acerca de sus puntos débiles, sino también se destacan sus aciertos y puntos fuertes, felicitándoles por ellos (1).
Para hacer una adecuada retroalimentación se debe tomar en cuenta ciertos aspectos. Esta debe ser lo más clara posible, debe mencionar de manera concisa en qué le falta mejorar, que aspecto en específico, para que quien lo recibe, no caiga en una confusión por este, sino mas bien lo oriente a mejorar aquel punto eficazmente. Debe ser oportuna, esto quiere decir que, la retroalimentación no debe demorar mucho en llegar al estudiante, ya que se sabe que ellos realizan diversas actividades, y brindar una retroalimentación tardía no supondría un buen aprovechamiento de esta, ya que, en muchos casos, los alumnos por lo mismo de su demora podrían olvidarse de revisar esta. Debe ser aconsejadora, la retroalimentación no solo debe mencionar donde hay que mejorar, sino también como hacerlo, debe proponer formas de lograr ello, proponer, no mandar, sugerir como se podría fortalecer dicho aspecto aún débil. Debe invitar a la reflexión, debe hacer cuestionar al alumno, sobre si lo que está haciendo es correcto o no, conduciéndolo a él mismo a identificar fortalezas y debilidades, es decir conlleva autoevaluación. Debe ser motivadora, nunca se debe tomar como fallo o error el trabajo de un alumno, se debe ver como parte del proceso de aprendizaje, por ello siempre se le debe motivar a seguir avanzando y perfeccionando, mediante frases que lo impulsen a esforzarse aún más (2).
La retroalimentación no solo se puede dar en una sola dirección, de docentes a alumnos, sino también en dirección contraria, es decir, de alumnos a docentes. Parece absurdo pensar que quienes evalúan deben ser evaluados, pero ciertamente se ha notado que esta práctica es beneficiosa. Cuando un estudiante evalúa a su docente, se logra un mayor desenvolvimiento de este durante las clases. Las clases pasan a ser más entretenidas, captan mayor la atención de los estudiantes, se genera un ambiente de comodidad, ya que los alumnos expresan como les gustaría sentirse a lo largo de las sesiones y brindan recomendaciones de cómo les gustaría aprender, así como los métodos que más le funciona a cada uno. Como resultado se tiene la satisfacción tanto de evaluadores como alumnos, ya que se llega a los objetivos planteados, al aprendizaje, más fácilmente y masivamente.
La implementación de la retroalimentación, como parte importante a la hora de evaluar, debería ser tomada en cuenta en todas las instituciones de educación superior universitaria, ya que los beneficios que trae consigo su ejercicio, nos deja ver alentadores resultados, y denota un mayor compromiso por parte de la plana docente respecto a el proceso de aprendizaje de sus alumnos.
Referencias bibliográficas:
- Tello AM. La retroalimentación para el aprendizaje [Internet]. YouTube; 2020 [citado el 5 de agosto de 2022]. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=CQC7guVL96E
- Valdivia S. Retroalimentación Efectiva en la Enseñanza Universitaria. En Blanco y Negro [Internet]. 2014 [citado el 5 de agosto de 2022];5(2). Disponible en: https://revistas.pucp.edu.pe/index.php/enblancoynegro/article/view/11388
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