¿Son las competencias comunicativas esenciales para la buena relación médico-paciente?

Autora: Liz Chaico Aranya

Las competencias comunicativas son propias de cada individuo. El desarrollo de esta habilidad ha permitido al que habla como al que escucha poder comprenderse mutuamente. Estas competencias se adquieren de la interacción con el entorno social. Consiste en poder usar adecuadamente el lenguaje, siendo no solo coherente, crítico, sino también transmisible y comprensible para los demás. 

Su desarrollo es esencial para la formación del profesional de la salud, puesto que es parte de una de las competencias para poder desempeñarse en el ámbito laboral frente a una demanda de salud cada vez más exigente. 

Las instituciones de formación, públicas o particulares, ven necesario que los estudiantes comprendan su nivel de relevancia, ya que se evidencia la ausencia de la misma en la relación médico-paciente y por lo tanto debe ser incorporada a los planes de estudio de las facultades, como también consideradas dentro del Perfil del Egresado que integra el área de Ciencias de Salud. Esta preparación inicia en los primeros años académicos y se espera que se mantengan por los años posteriores. Sin embargo, se evidencia la fragilidad o ausencia de la importancia que esta competencia significa en los estudiantes, pese a su impartición dentro de las mismas instituciones. 

Nuestro país requiere de profesionales competentes que ayuden y mejoren un sistema de salud que cada vez se hace más paupérrimo. ¿Qué es lo que los estudiantes requieren para una adecuada relación médico-paciente? No solo los futuros profesionales en formación deben ser excelentes dando un tratamiento, sino también que este sea por medio de una buena relación entre ellos. Considero que para lograrlo, de por medio está la aplicación de las competencias comunicativas ya que forma parte esencial para el logro de la comunicación con el paciente y familiares. A lo largo de este ensayo se analizará la importancia que tienen las competencias comunicativas y la importancia de la implementación evaluativa en las mismas para tomar acciones frente a las dificultades que se presenten. 

La falta de comprensión durante una atención médica puede atribuirse a varios condicionantes como lo es la escucha activa, ejemplificado en la interrupción a los minutos de haber expresado el paciente sus dolencias o la razón que lo movió a acudir a este tipo de servicios. Además, tenemos el uso de un lenguaje sencillo, oral o escrito, que no suele ser muy claro debido a los continuos tecnicismos dentro de la formación en salud.

 La manera en que esta competencia sea adquirida debe ser puesta en práctica con el entorno más cercano al estudiante, ya sea en grupos pequeños de compañeros, familiares o un programa de intervención comunitario siempre dirigido por alguien que cuente con esta competencias . Así, Simpson et al. indica que un programa de comunicación eficaz resulta efectivo cuando están correctamente estructurados cuyos elementos incluyen las competencias del profesor, en control de calidad de calidad, proporciones de estudiantes relativamente bajas para dar más oportunidades de intervención y retroalimentación (3). 

La comunicación es considerada como competencia básica de formación de un profesional de salud para el éxito de la relación médico-paciente. Así Chancay, et al. cita a Bellón, et al. y Robbins, et al. y afirma que existe una relación positiva entre la comunicación médico-paciente con la calidad de la atención, satisfacción de los pacientes y resultados de salud (1). 

La competencia comunicativa no solo es hablar el lenguaje sino también comprenderlo en sus diferentes expresiones de acuerdo al contexto comunicativo y social donde nos encontremos. Para ello los estudiantes de educación superior deben contribuir y promover el desarrollo de sus diferentes habilidades blandas para potenciar los procesos comunicativos, cognitivos y sociales. Instruirse en este proceso genera capacidad para comunicarse efectivamente, tanto de manera oral, escrita. Además, implica comprender niveles complejos y simples de lecturas, pudiendo generar críticas que se vuelve ágil para la resolución de problemas complejos. Estas habilidades promueven las competencias comunicativas del futuro personal de salud. Considerando que desde ya tendrá un acercamiento para interactuar tanto con el paciente y demás personal, ya sea de manera oral o a partir de escritos o de estos últimos mediante reportes e informes (2).

Así como mencionamos anteriormente, los profesionales se convierten en excelentes comunicadores siempre y cuando tengan dominio no solo de conocimientos sino también en habilidades y actitudes en conjunto. Algunas de estas habilidades que serán útiles para la formación son: la recopilación de datos, formación de mantenimiento de relaciones, manejo de temas como saber dar malas noticias, y saber compartir la información. Algunas de las actitudes serán tener un enfoque holístico de la salud y así como la consideración hacia el paciente (3). 

Como parte del encaminamiento a la consolidación de estas competencias varios trabajos destacan propuestas de evaluación de las competencias comunicativas como el que se presentará a continuación. Ramirez y Gracia realizaron una investigación de enfoque cualitativo cuyo objetivo fue el de presentar la estructura de implementación de una propuesta de evaluación de las competencias comunicacionales (CC) en estudiantes de medicina que trabajaban con cierto grupo poblacional infantil de la zona rural e identificar las competencias a desarrollar para influir de manera positiva sobre la población. De este trabajo se concluyó y reflexionó que la evaluación de las CC son esenciales para detectar tempranamente las deficiencias en las dimensiones comunicativas de los estudiantes en formación (4).

 En cada parte del ensayo se resaltó la importancia de la formación en las competencias comunicativas de los futuros profesionales para lograr mejorar la relación médico-paciente. Estas competencias son propias de cada individuo y depende de ellos tomar conciencias de su importancia no solo porque los beneficie personalmente sino también porque al relacionarse con las personas ayudan a generar conciencia de su propio bienestar. 

Como parte de la formación también están involucradas las instituciones formales cuyo su interés se demuestra en los programas implementados para generar competencias del perfil de egresado en salud, pero no serían suficientes sin una adecuada propuesta de evaluación como la que propone Ramirez y Gracia, donde se evidencie en los resultados, que realmente se está logrando el avance en dichas competencias comunicacionales.

 BIBLIOGRAFÍA 

1. Vista de La comunicación en la relación médico-paciente como parte de la formación de los estudiantes de medicina [Internet]. Edu.cu. [citado el 26de octubre de 2022]. Disponible en: https://conrado.ucf.edu.cu/index.php/conrado/article/view/555/586 

2. Chaparro Serrano MF. Competencia comunicativa, oral y escrita, en estudiantes de ciencias de la salud de una universidad de Bogotá D. C., Colombia. Educar [Internet]. 2022;58(2):501–16. Disponible en: https://ddd.uab.cat/pub/educar/educar_a2022v58n2/educar_a2022v58n2p501 .pdf 

3. Simpson M, Buckman R, Stewart M, Maguire P, Lipkin M, Novack D, et al. Doctor-patient communication: the Toronto consensus statement. BMJ [Internet]. 1991 [citado el 26 de octubre de 2022];303(6814):1385–7. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1136/bmj.303.6814.1385

4. Simpson M, Buckman R, Stewart M, Maguire P, Lipkin M, Novack D, et al. Doctor-patient communication: the Toronto consensus statement. BMJ [Internet]. 1991 [citado el 28 de octubre de 2022];303(6814):1385–7. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1136/bmj.303.6814.1385 

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