¿Qué se necesita para hacer sonreír al paciente?
¿Qué se necesita para hacer sonreír al paciente?
Autor: Andy Jean Pool Cerron Herrera
En el Perú, el sistema de salud se encuentra con el grave problema de la centralización, se observa zonas sobrepobladas que no cuentan con la capacidad de atención ante situaciones extremas, aunque en algunos casos no es necesario llegar a estos extremos para sentir la falta de apoyo del Estado, consecuentemente, se observa en las zonas alejadas y periféricas aún más el desinterés, pero esto no queda aquí, sumado a ello se encuentra la clase de formación que se le brinda al profesional de salud, la cual en la mayoría de casos se encuentra totalmente capacitado para afrontar su servicio en las distintas regiones del Perú, pero otras veces no logra sobrellevar toda la carga que significa salvar vidas. Muchas veces creemos que para ser profesionales se necesita estrictamente de los libros, nos preocupamos en cómo pasar el curso, pero no en cómo aprender, asimismo, se enfocan en los cursos profesionales y no en los “cursos rellenos”, referido a aquellos cursos que no están unidos a la formación como profesionales según los estudiantes. Por ello, a continuación, veremos cómo se relaciona la comunicación, artes y habilidades blandas en la formación integral de un profesional de salud. Debido a que existe el menester de aumentar el número de profesionales de salud, vemos que se pasa por encima, en algunos casos, su formación como profesional, se crean facultades sin los calificativos necesarios, prueba de ello es que cuando nos dirigimos a un centro hospitalario, se puede observar ciertas preferencias de parte de la población hacia algunos profesionales de salud, debido a que estos logran entenderlos, generando un ambiente de confianza y respeto, algo muy vital en el ejercicio de cualquier profesión, por ello, se logra satisfacer sus necesidades, en este caso las necesidades de salud, ¿esto es malo?. No, ya que, según la bioética, se debe respetar el principio de autonomía, el cual conlleva “reconocer a todo hombre como un ser libre, cuya libertad debe ser respetada y promovida. Uno de los componentes importantes de este principio es la necesidad de dar protección especial a las personas vulnerables cuando son objeto de investigaciones” (1). Según lo antes mencionado, queda en evidencia que la persona es libre de elegir con quien atenderse y con quien no hacerlo, pero el problema de por si no radica en ello, en todo caso nos preguntamos:¿Cómo hacer que todos los profesionales de salud estén calificados? Sin lugar a duda, el centro de formación viene a ser un pilar fundamental en el profesional, se otorga todo lo necesario desde la perspectiva de aquellos educadores, a pesar de ello, la búsqueda de conocimiento de parte del estudiante y futuro profesional no debe parar; ya que, con el paso del tiempo hemos visto la variación sobre lo que debe tener un profesional, por lo cual, es muy probable que en un futuro otras competencias se unan. Destacaremos algunas de estas, por ejemplo, la comunicación, según Anzieu, se refiere al “conjunto de los procesos físicos y psicológicos mediante los cuales se efectúa la operación de relacionar a una o varias personas (emisor/es con receptor/es), con el objetivo de alcanzar determinados objetivos (2)”. Esto llega a ser muy importante, debido a que el profesional de salud se verá enfrentado a diversas situaciones, en las cuales el receptor o paciente será diferente en muchos aspectos, según la región, personalidad, conducta, etc. No resulta atender a una persona que solo domina la lengua quechua que atender a una persona que solo domina el castellano, asimismo, no viene a ser lo mismo atender a alguien introvertido que atender a alguien extrovertido, si bien desde las palabras parece resultar algo difícil, el profesional de salud debe estar capacitado para dar afronte a esta diversidad de casos posibles que pueden presentarse Ante ello, el ser escuchado y poder hablar, serán sus herramientas, las cuales como habíamos mencionado, deben partir de una formación integral o en todo caso de una búsqueda individual e insaciable de ser mejor profesional. Además de la comunicación, debemos resaltar el arte, debido a que resulta una forma de escape y ayuda ante todo el estrés emocional que puede ocasionar cualquier trabajo, como se menciona, “es necesario incluir en los currículos más formación humanística, utilizando herramientas artísticas y culturales con un énfasis abierto en ellas y no velando su utilización a través de electivas que los estudiantes nunca matriculan porque no tienen tiempo para cursarlas” (3) , pero en este caso, el de ser profesional de salud. No debemos relacionar netamente el arte a las pinturas u obras de arte, el arte está en todo lo que hacemos, desde respirar hasta poder manifestar creatividad, cualquier conducta realizada con arte puede lograr ser una conducta digna de todo artista, pero por qué lo menciono, porque junto a las habilidades blandas y una adecuada comunicación interpersonal, nos formarán como profesionales integrales, superando así los matices pasados sobre lo que se necesitaba para ser un adecuado profesional. En conclusión, si bien ya somos conocedores de lo que se necesita, por ahora, para ser adecuado profesional de salud, es importante resaltar que según las condiciones en que se encuentren cada persona, se verán expuestas a las mismas o más competencias, por lo cual se implora que todo profesional se encuentre preparado para el momento en que suceda, asimismo, debemos resaltar que ser poseedor de lo anteriormente mencionado, nos brindará cierto “plus” en el mercado laboral, facilitándonos así su inserción, sin embargo, la conducta motivada no debe estar en buscar este fin, si no en ser mejores por uno mismo; ya que, cuando eres personal de salud, no hay mejor regalo que el “gracias “de la persona que recibió la ayuda, ese “gracias” que puede superar todo el coste económico o todo el arduo trabajo realizado, pero todo esto no será posible sin desarrollarnos integralmente, obviamente, será difícil, pero por algo lo seremos, porque estamos dispuestos a sacrificarnos por los otros, al menos así lo piensa mi persona.
Referencias bibliográficas:
• 1-Marasso Spaciuk, N. I., & Ariasgago, O. L. (2013). La bioética y el principio de autonomía.
• 2-Sánchez Naranjo, J. C. (2013). Humanización de la atención en salud, arte y terapia del humor. Revista Médica de Risaralda, 19(2), 154-157.
• 3-Blázquez-Manzano, A., Feu, S., Ruiz-Muñoz, E., & Gutiérrez-Caballero, J. M. (2012). Importancia de la comunicación interpersonal en relación médico-paciente en atención primaria. Rev Esp Comun Salud, 3(1), 51-65.
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