¿Estamos formando profesionales de la salud con eficientes competencias comunicativas en el Perú?

¿Estamos formando profesionales de la salud con eficientes competencias comunicativas en el Perú?

Autora: Diana Nayeli Saldaña Sanchez

Los sistemas de salud en nuestro país se caracterizan por un hecho, el cuál perdura hace décadas, la mala calidad de atención a los usuarios de los servicios de salud. La relación entre la insatisfacción del paciente y las quejas por mala atención y trato han estado siempre relacionadas principalmente con aquellas trabas en la relación comunicativa en el ámbito clínico entre el médico y el paciente. En nuestro país no se forman profesionales de la salud con competencias comunicativas debidamente desarrolladas, debido a principalmente la falta de acceso a una adecuada formación en competencias comunicativas en su instrucción durante el pregrado.

Por medio del presente ensayo se busca tratar diversos aspectos, los cuales nos permitirán dar respuesta a las siguientes interrogantes, ¿Por qué es importante la formación adecuada en torno a la dimensión comunicativa de los estudiantes de ciencias de la salud? ¿En nuestro país se forman profesionales de la salud debidamente preparados para llevar a cabo una adecuada relación profesional de la salud – paciente?

Para iniciar, creo oportuno empezar definiendo en qué consiste la relación entre tanto el profesional de la salud como el paciente, se basa en una relación e interacción que abarca, de manera principal, un enfoque interpersonal, el cual, engloba diversos aspectos, ya sean biológicos, psicológicos, éticos, fisiológicos y sociales. Algo que resalta en los servicios de salud de nuestro país y muchos otros de la región, es que implica un gran grado de dificultad el que se logre concretar de manera amena esta relación profesional, pues en, lamentablemente, exuberante cantidad de ocasiones, esta interacción entre el profesional médico y el usuario de los servicios de salud se ve afectada por diversos motivos, donde encontramos principalmente a la inadecuada comunicación clínica por la falta del desarrollo en habilidades blandas y comunicacionales del personal de salud.

Esta deficiencia en el ámbito de la comunicación se encuentra a manera de constante en los perfiles de los profesionales de salud, debido a que su formación en el pregrado se desarrolla en base a un enfoque biológico, pasando a segundo plano los aspectos tanto psicológicos como sociales. Este problema nace principalmente del mal planteamiento, planificación, implementación y desarrollo de cursos que traten el aspecto comunicativo que es de suma importancia en las mallas curriculares de las carreras de área de salud de la gran cantidad de universidades e institutos que forman a los futuros profesionales médicos en nuestro país.

La adecuada formación en torno a la dimensión comunicativa de los estudiantes de ciencias de la salud es fundamental debido a que, la creciente insatisfacción pública con la profesión médica está, en buena parte, relacionada con las deficiencias en la comunicación clínica (1). Estas deficiencias en la comunicación con el paciente se tratan mayoritariamente de aspectos relacionados con la incertidumbre y la carencia de información brindada, además de la aclaración de las dudas surgidas, trato inadecuado, muestra de desinterés acerca del estado de salud del paciente, ausencia de escucha activa y la falta o paupérrima retroalimentación por parte del profesional de la salud (1), estos factores que resaltan muchos de los usuarios que asisten a atenderse a los nosocomios influyen de manera directa en su estado de salud, pues sabemos que, al no escuchar al paciente, se dejarán de lado aspectos importantes que determinarán tanto en la etapa de obtención de datos para la historia clínica, como para la disputa del proyecto de funcionamiento, la prescripción de medicamentos, el cierto diagnóstico u plan de tratamiento y terapia a aplicar según la patología que haya desarrollado el individuo que acude en busca de servicios de atención primaria.

Estas carencias en la atención al paciente se deben a que los centros de estudios superiores no desarrollan de forma oportuna las habilidades blandas y comunicativas de sus estudiantes, pues piensan de manera errónea que son innatas, cuando, en cambio estas se adquieren de manera progresiva durante la formación profesional. La comunicación centrada en el paciente puede conseguir que este perciba haber encontrado aspectos usuales según el profesional de la salud que lo haya tratado, que la vivencia de su patología fue explorada, y que su grado de molestias e inquietud fueron evaluadas y resueltas de manera oportuna (2).

Ahora, enfocándonos en la segunda interrogante, después de este análisis, podemos dar cuenta que la respuesta a la inquietud sería que en nuestro país no se forman profesionales de la salud debidamente preparados para llevar a cabo una adecuada relación profesional de la salud – paciente, reiterando lo mencionado anteriormente, debido al erróneo o mejor dicho, insuficiente enfoque biomédico que se da en la formación profesional, este modelo de educación debería ser reemplazado por uno aquel que abarque todos los ámbitos importantes que influyen en el individuo, el cuál vendría a ser el enfoque biopsicosocial, además los cursos relacionados a la comunicación deben favorecer al desarrollo de habilidades didácticas, habilidades de aprendizaje, práctica, orientación de tareas y un enfoque en la respuesta personal al trabajo, además de utilizar la retroalimentación en favor de una mejor comprensión (1).

En resumen, en nuestro país se debe de impulsar la formación de profesionales de la salud en torno a un enfoque biopsicosocial que tome en cuenta la dimensión comunicativa para así poder satisfacer las necesidades del paciente. En conclusión, al no estar formando a profesionales debidamente preparados para relacionarse y comunicarse con el paciente, se dificulta sobrellevar una correcta relación profesional de la salud-paciente, pues estos deberían de dominar ciertas habilidades y características, tales como la escucha activa y empatía, usar preguntas abiertas y retroalimentación que permitan interrelacionarse de manera amena y mejorar la calidad de atención de los servicios de salud.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1.    Simpson M, Buckman R, Stewart M, Maguire P, Lipkin M, Novack D, et al. Doctor-patient communication: the Toronto consensus statement. BMJ [Internet]. 1991 [citado el 27 de octubre de 2022];303(6814):1385–7. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1136/bmj.303.6814.1385

2.    Hernández-Torres Iundefined, Fernández-Ortega M. A, Irigoyen-Coria A. A, , Hernández-Hernández M. A.  Importancia de la comunicación médico-paciente en medicina familiar. Archivos en Medicina Familiar [Internet]. 2006;8(2):137-144. Recuperado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=50780211

 


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