¿Es importante tener un contacto temprano como estudiante de salud con la                     realidad  nacional sanitaria?

Autora: Leonela Sabrina López Peralta 

Se suele ver el contacto entre profesionales de la salud egresados con las personas que necesitan de sus servicios, sin embargo, ¿es necesario terminar la carrera profesional para recién poder formar este vínculo? O ¿podemos formarlo desde los primeros años de la carrera? Son preguntas que solemos tener en mente, pero que no la desarrollamos a profundidad; sin embargo, son muy importantes ya que el contacto temprano permite desarrollar mayor responsabilidad y compromiso social en los estudiantes que están empezando a formarse profesionalmente y de esta manera puedan estar más preparados a los desafíos que enfrentaran durante su desempeño profesional, entonces podríamos decir que el contacto temprano con el paciente cumple un rol fundamental en la preparación del futuro profesional de la salud.

Es por ello que es importante tener dentro de nuestra malla curricular haya materias que pueden ayudar a forjar las competencias necesarias para un “buen contacto” con las personas a                         quienes vamos a brindar nuestros servicios.

Coll  et. al (2010) mencionan que se han realizado diversas investigaciones respecto al contacto temprano de los estudiantes de la salud con la realidad sanitaria del país en los que refieren que este tipo               de experiencias ayuda a los estudiantes a tener una visión más amplia de lo que es el trato hacia el paciente, desarrollando empatía y generando confianza con las personas a                   quienes se le brinda un servicio y de esta manera planteándose diversos objetivos afectivos y educativos; este tipo de experiencias también permite que haya una mejor comprensión de cómo funciona el sistema sanitario y como es que se debe llevar a cabo                        la comunicación asertiva con el paciente, lo que hace que se forme su profesionalismo desde una etapa inicial de la carrera de salud que haya escogido.

Mercado et. al (2019) sugieren que es importante que haya dentro de la malla curricular cursos en los que se tenga que llevar a cabo experiencias de aprendizaje compartido, en los que el estudiante de salud desde su etapa inicial aporte a la sociedad enseñando prácticas saludables que no necesariamente tienen que ser muy complejas, sino que sean fáciles para que las comunidades las puedan entender y aplicar. Puede ser la práctica más básica, pero esencial que es el lavado de manos, el cual no es difícil de realizar, sin embargo, aun vemos errores en la sociedad aplicando esta práctica. Este curso dirigido a generar experiencias tendría que tener objetivos claros y estrategias para que haya un correcto desarrollo del mismo y podamos generar aprendizaje, de esta manera podríamos potenciar las competencias en las que los estudiantes mejor se desempeñan y retroalimentarlos para que puedan realizar las actividades dirigidas a la comunidad de manera eficiente.

La realización de actividades que contribuyen a la mejora de la sociedad hace que los estudiantes encuentren el sentido a su educación y a su aprendizaje ya que están aplicando lo aprendido, y no solo ello sino que lo están enseñando a las demás personas, quienes van a aprender de ellos y van a poder enseñar también las practicas saludables adquiridas, de esta manera cumpliría gran parte de las expectativas que los estudiantes de salud tienen al inicio del curso debido a los objetivos planteados, permitiéndoles no solo la propia satisfacción sino también reflexión sobre el papel fundamental que el futuro profesional de salud tiene respecto a la sociedad, desarrollando valores importantes y reforzando la práctica del trabajo en equipo de manera interdisciplinar.                                        

Entonces el tener en nuestra malla curricular cursos en los que seamos nosotros los protagonistas del cambio hace que no tengamos que esperar a terminar nuestra carrera para poder recién realizar actividades beneficiosas para la sociedad, es decir brindar nuestros servicios familiarizándonos con el primer nivel de asistencia, sino que podamos brindarlos desde el inicio de nuestra carrera, generando experiencias significativas en ambas partes, es decir en la sociedad y en los estudiantes de salud, y de esta manera tener una base sólida de lo que es y cómo se aplica el trato al paciente.

Miralles et. al (2015) rescatan diversos estudios, en los que mencionan que las experiencias tempranas de los estudiantes de la salud con la  realidad sanitaria tienen un impacto positivo sobre el conocimiento del sistema sanitario, los profesiones de salud y sobre las emociones desarrolladas durante el aprendizaje a través de las experiencias desempeñadas.

Son las experiencias las que hacen que los estudiantes de salud se sientan mucho más seguros sobre la profesión de salud escogida, refuerzan la elección debido a que esta atención hacia la sociedad la hacen durante todo su desempeño laboral como profesionales de salud, y si es que desde un inicio de la etapa profesional se implementa se obtendrá un mejor desempeño a futuro porque se estaría en constante práctica de habilidades, aplicando el conocimiento adquirido durante  todo el proceso formativo como profesionales de la salud.

Al haber analizado lo que conlleva el contacto temprano de los estudiantes de la salud con la realidad sanitaria podemos afirmar que es importante tener en la malla curricular cursos que puedan generar experiencias con un vínculo responsable hacia la comunidad, ya que generaría un impacto emocional y educativo que hacen que el estudiante de la salud tenga una mayor compresión de cómo es que se va a desempeñar en el ámbito laboral y darle la importancia necesaria a la perspectiva del paciente teniendo empatía y logrando una correcta atención; es por ello la importancia del contacto temprano, ya que genera enseñanza contribuyendo con el aprendizaje de la sociedad y de la formación del futuro profesional de la salud.


                                                                                           

Referencias bibliográficas

1.     Coll, J., Bernabeu, D., Cervantes, C., Nolla, M., Muniesa, J. M., Tor, J., Zapico, F., Pueyo, N. & Cegarra, J. N. (2010). Un modelo de aprendizaje multiprofesional en ciencias de la salud: innovación docente como respuesta a las necesidades emergentes de nuestra sociedad. Scielo. https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1575-18132010000500004

 2.     Mercado, S. R., Fuentes, A. R., González, P. R., Castillo, A. R., García, D. & Carvallo, P. R. (2019). Contacto clínico precoz: experiencia de diseño e implementación de un curso de servicio comunitario en medicina. ScienceDirect. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1575181318301281?via=ihub

3.     Miralles, R., Sentí, M., García, L., Escribano, J., Orfila, N. & Baños, J. E. (2015). Análisis del contacto precoz de los estudiantes de medicina con el sistema sanitario. Scielo. https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2014-98322015000400006

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