¿Es el método del arco una buena metodología de aprendizaje?
Autora: Eva Maria Romero Japay
A través de los años, los estudiantes hemos adquirido conocimientos de una forma clásica, esto quiere decir que, el profesor, maestro, docente; era quien dictaba la clase, explicaba el tema, mencionaba el trabajo a realizar acerca del tema tratado y pasaba a responder algunas dudas de los estudiantes; claro cabe destacar, de los estudiantes que lograron entender todo o gran parte de la explicación del docente y se atrevían a preguntar. Claramente este no era el caso de la mayoría.
La enseñanza clásica ha demostrado en varias ocasiones no generar un verdadero aprendizaje en los alumnos. Frases como: No pregunto porque no sé qué pregunta; o no entendí nada, quisiera que me explique todo otra vez; nos dejan ver que no se están logrando los objetivos que se desean obtener.
Ante este panorama, surgen diversos métodos de aprendizaje que prometen mejores resultados que el anterior mencionado. Uno de estos es el método del arco, empleado por Charles Maguerez (un educador rural francés), en un problema que se presentaba en la Secretaría de Agricultura del estado brasileño de São Paulo, en donde sus técnicos extensionistas de campo no habían logrado obtener buenos resultados, ya que los agricultores no estaban adoptando las prácticas recomendadas por la investigación. Por este motivo, solicitaron la asesoría de Maguerez, quien luego de asistir a las diferentes reuniones que tenían los técnicos de campo con los agricultores, logró identificar el problema por el cual no se estaba obteniendo lo esperado. Planteó 5 pasos que dieron buenos resultados, estos son observación de la realidad, puntos claves, teorización, hipótesis de solución y aplicación a la realidad (1).
Juan Díaz Bordenave (Consultor Internacional en Comunicación y Educación), quien era amigo de Maguerez, decidió poner en práctica dicho método en la enseñanza formal. Fue a enseñar el módulo de Comunicación en una institución privada que enseñaba Relaciones Públicas. Dividió a los alumnos en 18 grupos y le dio a cada grupo un tema del módulo, luego les pidió que observasen la realidad correspondiente al tema que le tocó, después que hallaran los puntos clave, para después buscar información en la biblioteca. Como parte final, les solicitó proponer soluciones, haciendo desarrollar su pensamiento crítico. Bordenave obtuvo felicitaciones por su gran trabajo por parte de la directora de la institución (1).
En este sentido, considero que el método del arco sería una buena estrategia para implementar en nuestra intervención educativa, la cual busca generar conciencia en niños sobre la importancia de la alimentación saludable. En el primer paso, observación de la realidad, se les mostraría a los niños un vídeo en donde se visualice los grupos de alimentos, por qué son nutritivos, qué beneficios les trae y qué consecuencias negativas generarían en su cuerpo al no consumirlos en las cantidades necesarias. En el segundo paso, detección de los puntos claves, les haríamos preguntas que fomenten en ellos el razonamiento, la búsqueda de las posibles repercusiones de la falta de una alimentación adecuada, las anotaríamos en la pizarra, para que todos las puedan visualizar. En el paso de teorización, se les guiaría a hallar la causa principal de estas consecuencias negativas. Hallando la causa se puede conseguir una posible solución. En el paso 4, hipótesis de solución, les preguntaría por la solución o las soluciones a dichos problemas mencionados anteriormente. Anotaría nuevamente todas las respuestas que me den, sin juzgar, sin importar sin son imposibles. Como último paso, aplicación a la realidad, seleccionaríamos las soluciones más realistas y logrables, para posteriormente preguntarles qué hábitos podrían implementar a su vida para lograr ser unos niños saludables. De esta manera se verían motivados por ellos mismos a adoptar nuevas conductas saludables en su alimentación.
El método del arco es un método que propone poner como protagonistas a aquellos en quienes se busca generar un aprendizaje y un resultado, es decir, poner a los estudiantes como protagonistas de este proceso de aprendizaje y al docente a cargo como agente facilitador de este. Esto generará el pensamiento crítico en ellos, la curiosidad por conocer más y la implementación de lo aprendido en su día a día, conduciéndolos a comentar a sus cercanos sobre el tema aprendido, logrando un mayor alcance y una posible cadena de aprendizaje (2).
Referencias bibliográficas:
1.
Bordenave JD. El método del arco: una forma de hacer educación: Irundú.
Revista Científica de Educación
y Desarrollo Social;
2009.
2. Prado, M. L. do, Velho, M. B., Espíndola, D. S., Sobrinho, S. H., & Backes, V. M.S. (2012). Arco de Charles Maguerez: refletindo estratégias de metodologia ativa na formação de profissionais de saúde. Escola Anna Nery, 16(1), 172–177. https://doi.org/10.1590/s1414-81452012000100023
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