¿POR QUÉ ES IMPORTANTE QUE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD EN FORMACIÓN INTEGREN EL APRENDIZAJE-SERVICIO PARA MEJORAR LA CONSEJERÍA ENTRE PARES PARA LA REDUCCIÓN DE LA ANEMIA INFANTIL?

 ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE QUE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD EN FORMACIÓN INTEGREN EL APRENDIZAJE-SERVICIO PARA MEJORAR LA CONSEJERÍA ENTRE PARES PARA LA REDUCCIÓN DE LA ANEMIA INFANTIL?

AUTOR: Nicole Senshi Condor Isidro

Actualmente podemos ver que las cifras de prevalencia de anemia infantil en nuestro país no disminuyen de forma significativa y esto nos muestra un estado alarmante sobre el futuro desarrollo de los infantes que se verá gravemente afectado debido a esta enfermedad. Ante estos resultados el estado peruano incluyó el desarrollo infantil temprano en las 4 prioridades de la política social aprobadas el año 2016 por la Comisión Interministerial de Asuntos Sociales, sumado al Plan multisectorial de lucha contra la anemia. Sin embargo, a pesar de las distintas políticas en nutrición infantil instauradas en la agenda peruana, aún existe un largo trayecto para su adecuada implementación nacional. Pero para la busca de soluciones de la realidad de la anemia infantil en nuestro país, también se debe incluir a la población. Una alternativa clave es la consejería entre pares, y esto es llevado a cabo a través de los actores sociales quienes tendrán como fin recorrer diversas zonas del país, principalmente en la zona rural, donde la anemia infantil es más frecuente. Y en la capacitación de los actores sociales se tiene que integrar a los estudiantes universitarios del área de salud, ya que son ellos quienes están más ligados con el tema de la anemia y son ellos quienes deben brindar estas capacitaciones aplicando el aprendizaje-servicio. Entonces la aplicación del aprendizaje-servicio por parte de los estudiantes del área de la salud es importante para contribuir en la reducción de la anemia infantil en nuestro país,

Actualmente la anemia en el mundo afecta a 1620 millones de personas equivalente a 24,8 % de la población, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los más afectados en esa cifra son los niños en edad preescolar (47 %). Y nuestro país no es ajeno a esta realidad, en el 2018, se realizó la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) y mostró que el 46,6 % de niños menores de 3 años padecía de anemia (Canchari, 2021). Entonces de debe buscar estrategias para reducir la prevalencia de la anemia, y uno metodología clave es el Aprendizaje-Servicio. Con esto los estudiantes aprenden mediante la participación activa en experiencias de servicio planificadas para adquirir conocimientos y a la vez cubren necesidades sociales, como la prevención de la anemia infantil. Esta metodología se trata de una forma de educación experiencial en la que los estudiantes se comprometen en actividades de ayuda a la comunidad a la vez que facilita el aprendizaje de un tema o asignatura y el desarrollo de competencias profesionales (Rodríguez, 2014). Y esto es clave en los profesionales de la salud ya que pueden ir abordando temas que verán en su futuro ámbito laboral. Algunos autores lo definen el Aprendizaje-Servicio como “una actividad de servicio solidario protagonizado por los estudiantes, guiado a atender eficazmente las necesidades de una comunidad, y planificada de forma integrada con los contenidos curriculares con el objetivo de optimizar los aprendizajes” (Tapia, 2008, p. 43). Pero es importante diferenciar esta metodología de otro tipo de iniciativas con intencionalidad solidaria hacia la población, pero dudoso impacto educativo en los estudiantes, así como de experiencias claramente educativas, pero con escaso impacto solidario. Ya que el aprendizaje-servicio no es cualquier tipo de voluntariado, ni una tarea sin más relevancia, pues incluye tanto objetivos de servicio como objetivos de aprendizaje para la carrera profesional.

Los estudiantes del área de salud para poder aplicar el Aprendizaje-Servicio (ApS) en la capacitación de los actores sociales que realizarán consejería para la prevención de la anemia infantil, deben conocer las principales características del aprendizaje-servicio para obtener resultados óptimos. La primera característica del ApS es sobre el protagonismo que toma el estudiante en la aplicación ya que se sitúa como un agente activo en su proceso de enseñanza-aprendizaje mediante la atención a situaciones de la realidad de carácter social. También permite incorporar de forma fácil la educación ética y moral, el desarrollo de la capacidad crítica de los estudiantes y la educación en valores sin excluir el aprendizaje curricular, ya que estos aspectos forman parte de esta metodología (Chiva, Gil, 2018). Una característica resaltante es que permite desarrollar contenidos, valores y competencias en situaciones de la realidad social a partir de la experiencia individual de los estudiantes lo cual multiplica los beneficios de la vivencia.

Y la aplicación del Aprendizaje-Servicio por parte de los estudiantes del área de salud para buscar la prevención de la anemia en nuestro país es algo esencial y que debería ser impulsado por los centros de educación superior. Ya que se sabe que la anemia ferropénica, que es la falta de hierro, produce graves efectos negativos en el desarrollo cerebral, motriz, cognitivo y conductual en los infantes. Y afectar el desarrollo infantil conlleva varios efectos colaterales que se verán evidenciado en el país en próximos años. Por eso los procesos de formación profesional en las instituciones de educación superior del área de salud deben enfocarse en que los universitarios, cuando egresen, aporten no sólo conocimientos a la sociedad, sino también valores sociales y actitudes que les faciliten resolver problemas y afianzar saberes. En este contexto, la metodología del Aprendizaje-Servicio se presenta como una herramienta que permite a las instituciones de educación superior responder a las tres dimensiones: académica, donde el contacto directo con la realidad permite mejores aprendizajes en los estudiantes; otra ligada con la calidad del servicio, algo esencial en los profesionales de la salud,  y la contribución a la solución de problemas sociales de la población, y finalmente, la posibilidad de generar un espacio de formación en valores para los estudiantes, y esto permitirá que en un futuro ellos atiendan de forma integral a los pacientes. Sin embargo, la aplicación del Aprendizaje-Servicio conlleva ciertas complicaciones como: el compromiso de los tiempos que involucra la realización de estos proyectos, ya que se necesita preparación previa; se puede evidenciar cierto peligro que exista una tendencia a utilizar esta metodología y que se distorsione su enfoque formativo, reduciendo el impacto reflexivo y por último existe el riesgo de resaltar la dimensión del servicio por encima del aprendizaje, alejándose en ocasiones, del aprendizaje académico que deben desarrollar los estudiantes. Por eso un estudiante para poder aplicar el Aprendizaje-Servicio debe conocer y manejar el tema que trasmitirá en el desarrollo de la metodología, tener responsabilidad social, buscar contribuir a la población de forma voluntaria y entender cómo se maneja esta metodología.

Existen diversos estudios que demuestran que la aplicación del Aprendizaje-Servicio en futuros profesionales de la salud, trae diversos beneficios para ellos y la población. Un estudio resaltante fue el que se realizó en la Universidad de Talca (Chile) en la carrera de Tecnología Médica, donde tomaron en cuenta una de sus competencias de egreso que es: ‘realizar terapia transfusional con productos sanguíneos de forma segura para garantizar un óptimo tratamiento’. En los aprendizajes incluidos en la trayectoria de esa competencia, se incluye conocer los principios de la promoción de la donación de sangre y participar en actividades de promoción y donación demostrando compromiso social. Debido a que en Chile el suministro de sangre dependía de las donaciones de familiares o relacionados, generando la necesidad de donaciones voluntarias en Chile y en la región. Realizaron una estrategia coordinada con la Casa del Donante de Sangre del Maule (CDSM) para promover la donación voluntaria de sangre, mediante una estrategia metodológica de aprendizaje-servicio. Donde los objetivos fueron: para los estudiantes, fortalecer sus aprendizajes integrados en sus trayectorias relacionados con la donación altruista de sangre e integrar en ellos la responsabilidad social de hacerse donantes y promotores de la donación como futuros profesionales de la salud; y para los socios comunitarios, establecer redes de contacto para la realización de colectas de sangre, lo que permitiría incrementar el número de donaciones voluntarias en su región. Los resultados de esta estrategia fueron: para el socio comunitario, contribuyó a integrar información de 8 instituciones nuevas como ‘sitios de colecta’ de la CDSM y lograr aumentar el porcentaje de donaciones voluntarias en las colectas de las dependencias de la Universidad de Talca; en los estudiantes, en el ámbito académico, les permitió un mayor dominio del contenido de la asignatura y actitudes más positivas hacia el aprendizaje y el trabajo realizado, en el acercamiento al ámbito laboral, los estudiantes manifiestan que les abrió nuevas posibilidades de cara a las prácticas externas de la titulación y como salida profesional, en el ámbito de desarrollo personal, les ayudó a conocer la capacidad de asumir responsabilidades serias, mejoró sus habilidades de trabajo en equipo, fomentó su deseo de superación, aumentó sus motivaciones, mejoró la comunicación y despertó la capacidad creativa de los alumnos (Maldonado, Toro, 2020).

En conclusión, podemos ver que la anemia infantil en diversos países, no solo en Perú, nos muestra cifras alarmantes y por ello se viene realizando diversos proyectos por parte de diversos Estados y entidades, para frenar el avance de esta enfermedad en los infantes. Pero lamentablemente no se evidencia resultados positivos. Entonces en este contexto, podríamos integrar una metodología que trae diversos beneficios en diversos ámbitos, y que ayudaría a disminuir la prevalencia de la anemia infantil integrando a la población y estudiantes, que es el Aprendizaje-Servicio. Esta metodología une la intencionalidad pedagógica con la solidaria, por lo que la detección de necesidades en la población que se relacionen con los contenidos curriculares de los estudiantes es el punto de inicio de la implementación de esta metodología. Y como vimos uno de los problemas muy presentes en el país es la anemia infantil y aplicar el Aprendizaje-Servicio a través de la capacitación de actores sociales por parte de estudiantes del área de salud es algo importante de promover, y eso se debe fomentar desde los centros de educación superior. Ya que el Aprendizaje-Servicio se interpreta como una experiencia basada en la organización de una actividad de servicio, realizada por los estudiantes, que se enfoca en satisfacer necesidades en una comunidad relacionados con los contenidos de una asignatura, permitiendo así a los estudiantes del área de la salud reflexionar sobre los contenidos de diversas asignaturas y aumentar el sentido de responsabilidad social en los estudiantes. Y se ha visto que son distintas investigaciones que avalan la eficacia de esta metodología, y nos muestran la importancia de trasladarlo en el ámbito de salud con la búsqueda de reducir la anemia infantil en nuestro país a través de consejería de pares, donde nosotros los estudiantes participaríamos como capacitadores de los actores sociales, ya que son ellos quienes se dirigirán a las madres y para eso ellos deben recibir capacitaciones del tema, y esto se daría a partir del Aprendizaje-Servicio. Entonces esta metodología la resumo en sus 3 elementos característicos: aprendizaje, servicio y reflexión estructurada de los estudiantes.



REFERENCIAS:

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