¿El mejor camino para una buena relación Médico-Paciente es la Formación en Habilidades Comunicativas?
Autora: Aida Miluska Manrique Torres
Cuando vas a un centro de salud, lo primero que observas son largas colas en emergencia, quizás veas muchos rostro afligidos o escuches llantos y te toca esperar allí; incluso si has pagado por el servicio esperas por mucho tiempo el ser atendido solo para que cuando llega al fin tu turno, el doctor no te deje hablar y quizás solo te recete medicamentos para tratar los síntomas como el dolor; muchas personas se resignan, compran los medicamentos y vuelven a ir cuando el dolor se intensificó para probar si esta vez les mandan quizás a sacar análisis, mientras otras buscan probar suerte en otro hospital o seguir consejos de personas no preparadas. Pero lo que todas tienen en común es la decepción de no haber sido bien atendidos. Es cierto que hay cosas que no podemos cambiar ya que son responsabilidad de las instituciones como la alta demanda de pacientes para un solo médico o los precios excesivos. Pero lo que si es nuestra responsabilidad es velar por el bienestar de los pacientes, que no solo es proporcionar una atención competente en términos técnicos sino crear una buena relación médico-paciente y para ello es necesario mantener una comunicación efectiva, una habilidad que debería ser reforzada desde el primer año de educación preprofesional. Es por ello por lo que en el presente ensayo se mencionará la situación actual en el Perú, la importancia de la formación de habilidades comunicativas para una buena relación Médico-Paciente y la simulación clínica como estrategia para su desarrollo.
En el Perú es algo común escuchar
quejas sobre la mala atención en los servicios de salud, por el tiempo
prolongado de espera, el corto tiempo de la consulta médica o el sentir que su
problema no fue solucionado debido a que el profesional de salud no le dio la
suficiente importancia o fueron menospreciados, no entender la explicación del
diagnóstico o el tratamiento, etc. Según la Encuesta Nacional de Satisfacción
de Usuarios en Salud (INEI, 2014), el tiempo de duración de la consulta en el 2013 fue de
menos de 6 minutos para el 13.4%, de 6 a 10 minutos para 34.6% y de 11 a 15
minutos para el 25.5%; lo que quiere decir que más de la mitad de los usuarios no
recibirían una atención de por lo menos 20 minutos, siendo este el tiempo ideal
de consulta. La encuesta también mostró que el 58.6% no recibieron alguna explicación
sobre su enfermedad, lo que originaría incertidumbre en los pacientes. Sin
embargo, no todo es malo ya que al menos el 70.1% se mostró satisfecho con la
atención recibida, el 73.7% consideró buena la disposición del médico por entenderlos,
71 % dijeron que el médico les inspiró confianza y el 76.3 % dijo que la
información recibida fue clara. Como podemos apreciar aquí la satisfacción y
conformidad del paciente está directamente relacionada con las habilidades
interpersonales del médico.
Es así que la comunicación
efectiva es primordial para crear una buena relación médico-paciente, no solo
para que se sientan en cierta manera satisfechos con la atención como se mostró
anteriormente sino que esta también puede traer beneficios a la salud en
algunos pacientes crónicos; el darles confianza, hacerlos sentir que son
escuchados y de esa forma brindarles tranquilidad, les ayuda a disminuir la
depresión, la ansiedad, el nivel de glucosa en pacientes diabéticos, la
reducción de la presión arterial, incluso reduce el dolor crónico. En un
experimento clínico realizado por el Doctor Roger Ruiz, se le suministro el
mismo tratamiento farmacológico a 110 pacientes que sufrían dolores
musculoesqueléticos generalizados, donde la mitad de los médicos encargados
recibieron un curso en técnicas de comunicación, que les permitiera ofrecerles
más apoyo y empatía. Los resultados de los pacientes atendidos por estos
médicos fueron significativamente mejores, sus dolores se redujeron entre un 10
y 20%, la movilidad mejoró en un 25% y la ansiedad se redujo en el 25% (Hernández
M, 2002). Concluyendo
que el tratamiento de esta enfermedad y de muchas otras no debería ser
meramente biológico sino que se deberían incluir otros métodos terapéuticos y
entrenar a los profesionales en sus competencias comunicativas desde pregrado,
ya que el desarrollo de estás no surgen de la noche a la mañana, para la
obtención de resultados idóneos.
Es así como se plantea la
necesidad de cursos enfocados en el desarrollo de las habilidades comunicativas
en los estudiantes de ciencias de la salud, pero estos no deberían ser
meramente teóricos ya que como se explica en la pirámide del aprendizaje
diseñada por Cody Blair la mejor forma de aprender es realizando prácticas y
enseñando a otros, ya que los conocimientos pasan a ser útiles (Prieto
A, 2010). De esta esta
manera surge la simulación clínica (Fernández M. et al, 2021), como una metodología centrada en el
alumno que evalúe sus destrezas y habilidades. Esta estrategia se basa en la
creación de un escenario donde se experimente un acontecimiento real
controlado, facilitando así la reflexión, el estudiante expresa lo que vivió y
recibe retroalimentación para de esta forma aprender de sus errores. La
simulación clínica permite al estudiante desarrollar habilidades como el
entendimiento al paciente, el respeto mutuo, empatía, prevención en el desgaste
profesional, mejorar los indicadores de la calidad y sobre todo de los
resultados de salud.
En conclusión, las competencias
comunicativas son primordiales para el éxito de la relación médico-paciente. Aunque
el sistema sanitario peruano aún es deficiente en muchos aspectos, el nivel de
satisfacción de los pacientes de 70.1% en el 2014, porcentaje relativamente
alto que muestra la conexión directa que tiene con el trato del médico en
consulta, demostrando así su importancia. Además de ello, la comunicación
efectiva tiene más beneficios, no solo en el estado anímico del paciente sino
también en su salud como la disminución de la glucosa, presión arterial o
dolores crónicos. Es por ello por lo que se plantea la necesidad de la
implementación del desarrollo de estas habilidades desde pregrado, no con
cursos puramente teóricos sino también prácticos como la simulación clínica, siendo
estos más efectivos al momento de aprender y contribuir a la mejora de los
resultados en salud. Después de todo el médico no trata solo el cuerpo sino al
paciente como un ser holístico, un ser que tiene sentimientos y opiniones, las
cuales se deben tener en alta estima y demostrarlo a través del buen uso de la comunicación
efectiva.
Referencias
Fernández M, Yévenes V, Gómez D,
Villarroel E. (2021) Uso de la simulación clínica como estrategia de aprendizaje
para el desarrollo de habilidades comunicacionales en estudiantes de medicina [Internet].
Revista de la Fundación Educación Médica. Vol. 20. Barcelona. [citado el 27 de
octubre del 2022] Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2014-98322017000600007
Instituto Nacional de Estadística e
Informática. (2014) Encuesta Nacional de Satisfacción de Usuarios del
Aseguramiento Universal en Salud, 2014 [Internet]. INEI. Perú. [citado el 27 de
octubre del 2022] Disponible en: https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1192/libro.pdf
Hernández M. (2002) Una buena
comunicación médico-paciente reduce el dolor crónico hasta el 20%[Internet] El
País. [citado el 27 de octubre del 2022] Disponible en: https://elpais.com/diario/2002/02/05/salud/1012863604_850215.html#:~:text=La%20buena%20comunicaci%C3%B3n%20entre%20m%C3%A9dico,ansiedad%20en%20la%20misma%20proporci%C3%B3n.
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