Comunicación médico-paciente
¿Existe alguna manera que
la comprensión en el habla entre los médicos y demás profesionales en la salud
formados en la capital con las personas
que viven en los diversos pueblos alejados y rurales de nuestro país sea más
fluida?
Autora: Mayli Solange Berrocal
Alanya
La manera de comunicarse en las distintas regiones de nuestro país
es diversa. Palabras, frases, hasta jergas comunes en un pueblo rural puede
resultar difícil de entender para una persona que ha vivido toda su vida en la
capital, y del mismo modo si una persona de algún pueblo lejano viaja a la
capital. También, lo suele ser durante el diálogo entre un profesional de salud
y una persona de algún pueblo rural donde muchas veces se puede llegar a
malentendidos al momento de recetar los medicamentos o hacer los diagnósticos
respectivos. Más aún si el profesional de la salud es quien está ejerciendo su
profesión por primera vez bajo el Servicio Especial Rural y Urbano Marginal
(Serums). En ambos casos pareciera que se hablan en dos idiomas distintos, es
por eso que en el presente ensayo se evaluará si hay cierta influencia en la
historia, la lengua y en el sector salud durante la formación de los profesionales
de la salud a los diversos campos y lugares donde acudirán para
convertirse en un profesional netamente capaz, y también si puede
haber alguna solución para mejorar este problema.
En los pueblos rurales suelen conocer a las enfermedades con otros
nombres que no guardan relación alguna con los nombres científicos, palabras
como “tener el estómago volteado” que se menciona en el texto del médico
serumista en su segundo día o “sentir achaques” cuando estas en una cierta edad
adulta. Son términos no tan escuchados a menudo en la capital del país y que,
en definitiva, para un profesional que solo ha vivido en esta zona o que no ha
vivido con algún familiar de las otras regiones del país, se le hace complicado
entenderlos y pensará en expresarse cuidadosamente ante la población
tratando de entenderlos y así buscar una comunicación fluida con ellos.
Otro problema es el idioma que se suele hablar en las regiones del
país, muchos de ellos tienen como lengua materna y principal al quechua, aimara
o a las diversas lenguas de la región selvática. Este es un impedimento para
los profesionales de la salud, quienes no hablan o no conocen el idioma y
también para los pobladores, que en su mayoría son analfabetos o no dominan el
español.
A esto, se le adiciona el rol del estado, en especial del
Ministerio de Salud, quien se encarga del cuidado de la salud y el
bienestar de la población cuyo deber es realizar acciones y
participar en políticas de la misma. Otro ministerio que se involucra es el
Ministerio de Cultura, ya que al ser considerados como un país pluricultural y
multidiverso se debe incorporar ese concepto del país en los profesionales de
la salud como vital importancia. De esta manera se pueden adicionar nuevos
conocimientos ancestrales que permitan comprender e integrar una atención en
salud adecuada y el bienestar de las diversas comunidades donde la atención es
escasa.
Así se podrá lograr una mayor compresión entre los pobladores de
la comunidad y los profesionales de la salud, quienes se encuentran realizando
el Servicio Especial Rural y Urbano Marginal (Serums), sin anteponer los
conocimientos que fueron adquiriendo durante su formación, respetando las
opiniones de los pacientes de las poblaciones rurales donde la confianza debe
ser un valor primordial y así permitir que los médicos puedan restauran un
estado optimo en la salud de la comunidad. (2)
Hay una brecha tanto en la comunicación como en los conocimientos
entre los pobladores de las diversas regiones alejadas de la capital, Lima y
los profesionales de la salud formados quienes vivieron durante toda su vida en
las cuidades del país. Decir que se habla otro “lenguaje” no sería lo correcto,
si no que ha habido varios factores como sucedió a lo largo de la historia, que
hizo perder ciertos conocimientos ancestrales y medicinales en las cuidades
pero que aún se conserva en los pueblos más alejados. Otro factor es la lengua
que dificulta, en algunas ocasiones, el entendimiento entre paciente- médico o
enfermera. Y por último la labor del estado y los ministerios involucrados como
el de Salud y el de Cultura cuyas funciones principales serían dar mayor
reconocimiento a las comunidades rurales. A pesar de esto, no se prepara a los
profesionales para una labor rural ya que en su mayoría se los forma para que
poseer todos los conocimientos académicos en medicina debido a que no se
considera al servicio como un periodo importante, e incluso, muchos de ellos lo
hacen solo para demostrar que podrán ser competentes en las futuras actividades
profesionales que realicen y también porque es obligatorio, en otras palabras
no lo realizan por un compromiso con el país. Es por eso que concientizar y
enseñar la variedad sociocultural del país debe ser un requisito para evitar
problemas en la compresión con los pacientes de las comunidades.
REFERENCIAS:
1. Citado el 28 de
setiembre de 2022]. https://hdl.handle.net/20.500.12724/12765
2. Lizet Veliz-Rojas y
Col (2019) Competencias interculturales en la atención primaria de salud:
un desafío para la educación superior frente a contextos de diversidad
cultural. [Citado el 28 de setiembre
de 2022]. Disponible en: https://doi.org/10.1590/0102-311X00120818
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